Causas de la oxidación de los imanes
Humedad ambiental: Los imanes, especialmente los de neodimio-hierro-boro, son propensos a la corrosión en ambientes húmedos debido a su alta proporción de elemento hierro (64-68%).
Las moléculas de agua reaccionan químicamente con el hierro en los imanes, lo que conduce a la formación de óxido de hierro u óxido.
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Mala circulación de aire: si el imán se almacena en un lugar con poca circulación de aire, la humedad y el calor no se pueden disipar de manera efectiva, lo que aumentará la condensación de humedad en la superficie del imán y acelerará el proceso de oxidación.
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Variación de la diferencia de temperatura: almacenar imanes en entornos con grandes diferencias de temperatura puede provocar condensación en la superficie y aumentar el riesgo de oxidación.
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Limpieza incompleta antes de la galvanoplastia: si la suciedad de la superficie del imán no se limpia a fondo antes de la galvanoplastia, la suciedad puede afectar la adhesión de la capa de galvanoplastia, lo que provoca un desprendimiento prematuro de la capa de galvanoplastia y expone el sustrato del imán a un entorno corrosivo.
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Problemas del proceso de galvanoplastia: un tiempo de galvanoplastia insuficiente o problemas con el flujo del proceso pueden dar como resultado un espesor desigual o insuficiente de la capa de galvanoplastia, que no puede aislar eficazmente el imán del contacto con el aire y la humedad, acelerando así la oxidación.
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Daño en el sello del embalaje: si el sello del embalaje del imán está dañado, el imán quedará expuesto directamente al entorno externo y entrará fácilmente en contacto con el oxígeno y la humedad del aire, lo que provocará reacciones de oxidación.
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Corrosión química: Los contaminantes en el aire, como productos químicos, aceites, etc., pueden formar una película delgada en la superficie de los imanes, lo que promueve la formación de manchas de óxido.
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Daños mecánicos: Los imanes son muy frágiles y, si no se manipulan adecuadamente o se someten a una fuerza excesiva, son propensos a romperse o fracturarse, y el área dañada puede convertirse fácilmente en el punto de inicio del óxido.
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Para evitar que los imanes se oxiden, se pueden tomar las siguientes medidas:
Protección de la superficie mediante revestimiento: Aplique una capa de pintura o revestimiento protector a la superficie del imán para aislarlo del contacto con el oxígeno y la humedad del aire.
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Tratamiento de recubrimiento: recubrir la superficie del imán con una capa de metal antioxidante, como cromo, níquel, etc., puede tener un buen efecto antioxidante.
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Método de sellado de aceite: utilizando la tecnología de sellado de aceite, se recubre una capa de película de aceite sobre la superficie del imán para aislar el oxígeno y la humedad en el aire, logrando el propósito de prevenir la oxidación.
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Inhibidor de óxido: aplicar una capa de inhibidor de óxido en la superficie del imán puede formar una película protectora para evitar que el imán se oxide.
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Mejorar el entorno de almacenamiento: mantener los imanes secos y evitar los ambientes húmedos puede prevenir eficazmente que los imanes se oxiden.
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Mediante las medidas anteriores, se puede extender eficazmente la vida útil de los imanes y se puede mejorar su rendimiento de prevención de oxidación.
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